Características
El jamón ibérico es uno de los productos gourmet más queridos de nuestro país, raza de origen autóctono de la Península Ibérica y reconocido mundialmente por su calidad y característico sabor, ya que gracias al alto porcentaje de grasa infiltrada en la masa muscular, la carne es sabrosa y muy jugosa, lo que hace que deje un sabor largo e intenso, además de contar con diferentes beneficios para la salud, ya que es muy rico en proteínas, vitaminas B1 y B12 , minerales, y grasas HDL que contribuyen a la salud cardiovascular y a reducir el colesterol.Detrás de cada pieza, hay unos requisitos muy estrictos que se deben de cumplir, como tiempo mínimo de curación, pureza de la raza, la alimentación del animal y unos exhaustivos controles sanitarios y de calidad.
Dentro del jamón ibérico, según la alimentación y crianza que haya recibido el animal se pueden clasificar en tres tipos: Cebo, Cebo de campo o Bellota
Cebo: La etiqueta es de color blanca e indica que el cerdo era, al menos, un 50% de raza ibérica, durante su crianza, este animal se alimenta en cautividad y únicamente de piensos, como cereales y legumbres.
Cebo de campo: El precinto es verde e indica que la
pieza proviene de un cerdo de raza, al menos, 50% ibérica que ha seguido
una alimentación basada tanto en piensos como en hierbas del campo, el poder moverse
en libertad, hace que la morfología de las piezas sea diferente, más
estilizada que las del jamón ibérico de cebo.
Bellota: Se distingue por su etiqueta roja o negra, dependiendo de si la raza ibérica es del 50/75% o es 100% ibérico puro. Durante la fase final de engorde, conocida como la montanera, estos cerdos ibéricos se alimentan exclusivamente a base de bellotas y hierbas de la dehesa.
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